¿Realidad o ficción? Así retratan las series a la Generación Z
La Generación Z representa a 1/4 de la población global. En México representa al 30% y son pionerxs en desmoronar las vertientes que van caracterizando a la juventud digitalizada. En este texto, analizamos cómo se representa a la Gen Z en los contenidos audiovisuales más famosos.
Reflejar los problemas actuales de la Generación Z es una forma de entenderles de manera profunda, ver qué cosas les motivan y qué visiones persiguen.
El realismo crudo
Una serie que retrata muy bien no solo las características y problemáticas actuales, sino hasta los intereses y convicciones de lxs adolescentes, es Euphoria. Aunque el maquillaje y el vestuario de esta serie se han vuelto toda una tendencia, los temas que abordan y cómo los abordan, es lo que hace que funcione tan bien.
Presentan personajes de la clase media americana de una forma realista, mostrando sus tensiones de vida pero haciéndonos entender los porqués, qué pasa con su mundo y cómo lo afrontan. Aquí podemos ver problemáticas que van desde el típico bullying, hasta la experimentación sexual, las adicciones, la auto aceptación, el machismo, la homofobia, el acoso y muchas problemáticas más.
La diversidad no se siente como un adorno, por ejemplo, Jules, quien es un personaje trans, no centra toda su narrativa y el objetivo de su historia en ser trans, ella existe y afronta sus propios problemas. Lo mismo sucede con Kat, un personaje de cuerpo grande que no cae en los estereotipos de la «mujer gorda que es insegura de su cuerpo».
La ficción e idealización
Aunque la imagen y las impresiones son una de las grandes motivaciones de lxs Centennials, hay historias que se basan en mostrar características típicas de los jóvenes, pero aderezada con una gama diversidad de identidades al estilo Gen Z, que a veces resulta no ser tan diversa.
Rebelde Netflix por ejemplo, ha creado controversia por venderse como una versión actual, moderna e inclusiva de la icónica novela Rebelde, pero que muchas personas consideran, es un limbo entre querer mostrar diversidad sin realmente incluirla en su historia.
En Twitter, hubo polémicas que la involucraban por utilizar el lenguaje inclusivo en el título de su primer capítulo llamado «Bienvenides Todes». También hubo una campaña que intentaba cancelar a la serie por perpetuar estereotipos xenofobicos en contra de lxs colombianxs.
Más allá de eso, la historia no parece adentrarse a las problemáticas sociales que vive la Generación Z hoy en día. Puede ser sobre todo porque la narrativa se centra en la típica historia de un grupo de jóvenes de NSE alto, en una escuela de prestigio, pero que se cuelga de una diversidad inexistente ya que todas las cosmovisiones mostradas son desde los privilegios.
La neutralidad entre lo intrínseco y lo extriínseco, lo encontramos en series cuando las problemáticas, la causay efecto de las libertades de la juventud, se mezclan con el bluff, las tendencias en moda y makeup y crean un todo.
Por su parte, Élite también ha generado controversias por tener foco en el NSE alto y solo tener personas blancas en su cast, además de que los actores y actrices quienes interpretan a lxs personajes son de una edad mucho más avanzada a quienes representan.
Sin embargo, también muestra problemáticas y un análisis social con narrativas que si bien glorifican el uso de drogas y la sexualidad sin límites, también muestra las consecuencias en un entorno donde las ideologías, las religiones y la diversidad cultural forman parte de las mismas tensiones.
Quienes crean estas series pareciera estarse enfrentando al reto de crear contenidos para una generación más diversa, pragmática y consciente, por lo que es necesario empatizar con ellxs de manera genuina, analizar sus contextos y llevarlos a una representación que mantenga su esencia sin caer en lo banal.
