Flexión de género en proceso de masificación

Flexión de género en proceso de masificación

Los seres humanos expresamos nuestra compleja naturaleza de distintas maneras. Aunque vivimos en una sociedad donde predomina la ideología del género binario (femenino y masculino), existen personas, movimientos y comunidades que difieren drásticamente de esta rígida noción. En este texto te contamos como la flexión de género está desafiando los roles y el binarismo en la sociedad.

La mayoría de nosotros actuamos de acuerdo a las normas sociales que el modelo binario le asigna a nuestro género, de forma que la sexualidad, los pronombres personales y el comportamiento, tanto primordial como cotidiano, están atados a nuestro sexo genético.

Por supuesto, la individualidad se ve inmensamente afectada al tener que adecuarse a dos únicas opciones, y la disrupción de los roles constantemente deriva en ostracismo, hostigamiento y discriminación. Sin embargo siempre han existido aquellos que, no conformes con dichas imposiciones, las consideran una forma de opresión.

Pexels

Muchas historias de rupturas y desafíos

A lo largo de la historia se observan muchas instancias de flexión de género, donde la persona rompe y/o desafía los papeles tradicionales, y por ende el comportamiento específico que se les asocia. La flexión de género (gender bending en inglés) puede ser una forma de activismo en contra de la homofobia, la misoginia, el misandrismo y la transfobia.

Religiones poderosas como el Islam y el Cristianismo actúan como autoridades en los roles de género y lo manifiestan en sus prácticas, por ejemplo al permitir exclusivamente a los hombres cisgénero el oficio de sacerdotes. Aunque el concepto de gender bending es moderno, existe evidencia de fenómenos similares desde tiempos ancestrales: la emperatriz egipcia Hatshepsut, que reinó entre 1479 y 1458 a. C., adoptó vestimenta masculina, con barba falsa y los atributos típicos de los faraones.

National Geographic

Si bien ella no ocultaba su sexo genético, era una cuestión política presentarse de dicha forma para enfatizar su poder y autoridad. No sólo fue una reina respetada y admirada, sino una líder militar que estuvo al frente de las fuerzas militares egipcias. Hace 600 años, la heroína francesa Juana de Arco también incorporó una identidad masculina para poder luchar y liderar tropas contra la ocupación inglesa.

Esta rebelión generalmente ha involucrado caracterización andrógina y vestimenta atípica; algunos gender benders se identifican como trans o genderqueer. La fluidez de género puede oscilar entre varias identidades e incorporar distintos de sus elementos a la vez; como David Bowie, Marlene Dietrich o Tilda Swinton, entre muchos otros íconos de distintas épocas.

David Bowie

Siglo XXI, el momento de la expansión

Hoy en día hay más espacio para experimentar y poco a poco la representación crece, la normalización a la ropa sin género, el maquillaje y los contextos no binarios se han expandido cada vez más, incluso hasta llegar al mainstream.

Íconos actuales de la moda, música y la cultura pop, se deshacen de lo binario y empiezan a integrar nuevos elementos de diversidad en contextos sumamente heteronormados como podría ser el reguetón. Hace unos años, nadie se hubiera imaginado a uno de los mayores exponentes del género posando con una falda. Y eso demuestra que el mundo está cambiando

Bad Bunny

Sin embargo, las críticas no han faltado, ya que es hasta ahora, cuando muchos hombres cis heterosexuales han adoptado esta forma de expresión, que se ha empezado a ver sin estigmas y se ha convertido en una tendencia «edgy» y «que rompe barreras», pero a muchas personas diversas y de la comunidad LGBT+ se les ha señalado desde siempre por tener expresiones de género fuera de lo binario.

Hay quienes acusan a personajes como Harry Styles y Alejandro Speitzer por apropiarse de este discurso solo porque «está de moda», pues al ser hombres blancos y cis-hetero no reciben las mismas críticas que podría recibir una persona disidente. Pero también hay quienes lo celebran y alegan que las nuevas masculinidades empiezan a cuestionar los roles sociales.

Alejandro Speitzer / Harry Styles

No todo es color de rosa, aún queda un largo camino por recorrer para aceptar y respetar la diversidad que no sea solo de dientes para fuera. Desde respetar los pronombres, las identidades y expresiones diversas, visibilizar a las disidencias y desafiar los roles impuestos por la sociedad.

SHARE