¿Está justificado nuestro miedo a la Inteligencia Artificial?

¿Está justificado nuestro miedo a la Inteligencia Artificial?

¿Está justificado nuestro miedo a la Inteligencia Artificial?

¿Aprender es exclusivo de los humanos? 

Durante muchos años, la idea de una conciencia autómata diferente a la humana ha acompañado la inquietud y las historias de la humanidad. Con el avance de la ciencia y la tecnología, esta tomó la forma de la Inteligencia Artificial (IA).

Con esto, hemos sido capaces de crear esas otras inteligencias que cuentan con una condición que, hasta ahora, parecía sólo humana: aprender.

Moral algorítmica

La inteligencia artificial (IA) es una tecnología que ha avanzado a pasos agigantados en las últimas décadas. Durante su desarrollo ha generado tanto entusiasmo como preocupación en la sociedad.

Estas preocupaciones han girado, principalmente, en torno a la moral algorítmica. Es decir, ¿debemos dotar a las máquinas de algoritmos basados sobre valores humanos? Y de ser así, ¿de qué valores estamos hablando?

Moral Machine es un sitio web que, a través de hacer que sus usuarios decidan entre dos posibles escenarios, recopila las perspectivas morales que una IA puede tomar.

Hoy, muchas personas se preguntan si deben tener miedo a la IA y si esta tecnología puede llegar a ser peligrosa.

Fruto de estas reflexiones fue el proyecto Moral Machine, impulsado por el Massachussets Technology Institute (MIT) desde 2016. Este busca abrir la conversación global mediante juegos para recopilar las valoraciones morales que millones de personas tienen sobre un evento en particular.

Todo esto con la intención de mejorar la toma de decisiones por parte de las Inteligencias Artificiales.

¿Son las IAs realmente inteligentes? 

Es importante tener en cuenta que la IA no es un ser vivo con voluntad propia. Por lo tanto, no tiene la capacidad de tomar decisiones por sí misma.

Todas las acciones que realiza la IA están determinadas por los algoritmos y los datos que se usaron para crearlas. Así, su uso depende, en gran medida, de cómo se programen y utilicen estas funciones.

El gran problema de una IA radica en el sesgo que existe en los datos que utiliza para aprender. Es decir, para que una IA tenga dicha capacidad, recopila los datos existentes en la web o utiliza aquellos que los humanos supervisores les cargan.

Podemos decir entonces que las IA están llenas de datos del pasado. En otras palabras, muy probablemente pueden ser el espejo de todo lo que en nuestra historia está mal.

Así, si recordamos algunos ejemplos en los cuales Alexa, la asistente virtual de Amazon, ha contestado de maneras tan misteriosas. Por ejemplo, recomendó a una niña que metiera un tenedor en una clavija, lo más seguro es que se debiera a un error de programación. 

Otro tema es la licencia que el Departamento de Policías de San Francisco otorgó para el uso de robots que pueden accionar contra «posibles delincuentes». 

Hasta el día que concibamos a una IA capaz de reprogramarse a sí misma para crear mejores versiones de sí misma, podremos asegurar que sí existe una Inteligencia Artificial realmente «inteligente». 

¿Entonces por qué les tememos a las IAs?

El miedo a las IAs puede deberse a la desconfianza hacia el ser humano y su capacidad para controlar y utilizar adecuadamente esta tecnología. Es decir, este miedo no es tanto hacia la IA, sino hacia el cambio y criterio humano.

Y si lo pensamos un poco esto es algo que siempre ha acompañado a la humanidad. Algo muy similar sucedió durante la Revolución Industrial y con la aparición del Internet, por ejemplo. 

El desarrollo de estas tecnologías puede traer múltiples beneficios a las personas. Por ejemplo, mejorar y optimizar el análisis de datos para crear ciudades más organizadas y sustentables o para pronosticar cambios económicos a nivel global. También pueden reforzar áreas como la sanidad y la vialidad. En resumen, cualquier proceso humano acompañado de esta tecnología será mejor. 

Por tanto, en lugar de tener miedo a la IA, debemos asegurarnos que se utilice de manera ética y responsable. Esto incluye ver que se utilice de manera transparente y que se tomen en cuenta las posibles consecuencias de sus decisiones. 

También es importante promover la diversidad y la inclusión en el desarrollo de la IA. Esto para asegurarnos de que beneficie a toda la sociedad y no solo a unos pocos. Participar en el debate sobre el uso de las IA es tarea de todos. 

Postdata

Si crees que este artículo defiende a la IA, es porque algunas de sus partes están escritas por una de ellas.

via GIPHY

SHARE