De lxs cuerpxs no se habla

De lxs cuerpxs no se habla

Con esta nota, iniciamos nuestra serie de Guerras culturales. A lo largo de esta, ahondaremos en los principales temas en los que las personas, actualmente, están dándose con todo com parte de una confrontación en ideologías, discursos y maneras de entender el hoy.

Parece chiste, pero así de perfectos son los cuerpos hegemónicos

La publicidad, los medios de comunicación y los productos culturales como películas, música, series, etc. han dado lugar a la creación de un sinfín de estereotipos. Así, cuerpxs esbeltos, delgados, casi “perfectos” se convirtieron sin duda en el modelo hegemónico de cómo debe verse unx cuerpx sano y estético

En Crazy, Stupid, Love, un chickflick protagonizado por Emma Stone, Steve Carrel y Ryan Gosling, hay una escena icónica. En ella, Hannah (Emma Stone) dice al ver que Jacob (Ryan Gosling) se quita su playera: Es enserio, eso es Photoshop”. Sí, vamos, es una frase absurda digna de cualquier chickflick hecha después de que Photoshop existiera.  

Sin embargo, ¿por qué nos detenemos en ella? Bueno pues porque más allá del chiste y de la gracia de esta se esconde algo más: la normalización de lxs cuerpxs hegemónicos. Así es, es un claro ejemplo de lo que decíamos apenas líneas arriba.

A nivel cultural y social, existe una norma implícita del cómo debemos lucir para ser aceptados. Nadie nos lo dice. Todos hacemos como que no lo sabemos. Pero “si eres gordx ni te ves bien ni te tratan bien”. Hemos visto tanto este discurso sobre lxs cuerpxs que incluso ya los aceptamos casi de manera inconsciente.

“Gordxs, mamá, así se les dice”… Proclaman las personas gordofóbicas

También de manera inconsciente, y generado por la normalización de lxs cuerpxs hegemónicos, hemos creado una aversión y temor por ser gordos. Esto es lo que hoy conocemos como gordofobia, la nueva palabra de moda. 

Hace unas semanas, Paty Chapoy, conductora de un programa de espectáculos dijo en una entrevista sobre una cantante mexicana: “en ese entonces ella estaba muy pasadita de peso […] estaba gorda”. El caso generó tanto revuelo que terminó en una disculpa pública.

En otra ocasión, el youtuber mexicano, Adrián Marcelo, sentenció: “Yo hoy sí me siento con la libertad de mandar a la verga a una gorda si se me acerca y la neta lo haría contento. Las gordas están mal”. Y otro más, queriendo atenuar el comentario sumó: “Por salud”.

https://www.youtube.com/watch?v=SRnTxGv11v0

Por supuesto, estos no son ni los únicos comentarios sobre lxs cuerpxs de otras personas, ni por desgracia serán los últimos. Lo único que evidencian es la gordofobia que se ha normalizado en nuestra sociedad.

No empecemos con el Bodywashing

Durante un tiempo, y quizá debido a la ultracorrección política de una ideología woke, comenzó a hablarse en diferentes espacios sobre la aceptación de todxs lxs cuerpxs. Así, surgieron movimientos como el body positivity o body positive. 

Este movimiento trataba de visibilizar la importancia de amar y aceptar lxs cuerpxs y cada parte de ellxs, independientemente de cómo lucen en el exterior. 

Pronto, muchas personas comenzaron a empatizar con esta idea e incluso las marcas empezaron a incluir a personas de tallas grandes en su publicidad. Sin embargo, pronto sobresalieron las verdaderas intenciones: sumarse y ser parte de una causa, sin un compromiso real

Marcas de ropa decían aceptar la gran diversidad de cuerpxs, la belleza de ellxs sin retoques, etc. Pero en sus tiendas o no había o estaban muy escondidas las piezas de tallas extras, como diciéndoles: me importas, pero no me interesas. Esta posición, perpetúa las ideas gordofóbicas que siempre han sufrido las personas, según la activista corporal Magda Piñeyro: Está mal ser tú, aquí no cabes, reduce tu tamaño.

Así, mientras que por un lado las marcas, las empresas y la sociedad en general, le dicen a las personas que sí las reconocen, que sí les preocupan, que sí actúan por y para ellas, al mismo tiempo les dicen que para ser parte, deben reducir su tamaño porque aquí no cabes, no hay lugar par ti, porque en conclusión: está mal ser tú.

The Whale: intento fallido

En 2022 se anunció con algarabía The Whale, la última película del director Darren Aronofsky que además de rescatar del olvido al actor Brandon Fraser, también dio de qué hablar por la temática que aborda, o que al menos intenta: la gordofobia. 

Esto lo decimos más que por nuestra propia impresión, por los comentarios que tanto Fraser como Aronofsky han hecho a lo largo de la gira de presentación. Sin embargo, tenemos que decirlo, la película falla brutalmente.

Entre otras cosas, nos dice la activista corporal The Fatshonist, la película hace hincapié todo el tiempo sólo en el tamaño del protagonista, a quien por cierto apodan como la ballena. Así, continúa la activista, la película está toda plagada por los estereotipos de la obesidad: “Estar gordo es un tema mental”, “Si estás gordo vas a dar asco y estarás solo” y “Por gordo te vas a morir de un paro cardíaco”.

https://www.instagram.com/lafatshionista/?hl=es

En otras palabras, The Whale reproduce todo lo que está mal con la gordofobia. El tema central del filme, aunque intente lo contrario, es la gordura y el miedo que da ser gordo. Sin embargo, sobre lo debería ir la película es sobre la depresión, sobre un duelo mal llevado, sobre los trastornos alimenticios y sobre el cómo la obesidad no es solamente un problema de salud, sino de relación con la comida. En fin, el análisis de The Fatshonist es largo y tendido, y acá te lo dejamos.

De lxs cuerpxs no se habla

La gordofobia es la norma en nuestra cultura vertida al consumo. Aunque la aparición del body positive intentó hacer frente en esta batalla cultural, de fondo el discurso que empleó no fue el adecuado y, paradójicamente, alimentó la gordofobia que silenciosamente esperó su momento de resurgir.

A través del ama tu cuerpx en todo momento, ámate a ti mismo siempre y por sobre todas las cosas y tu cuerpx es perfecto por ser tal y como es, el body positive trató, por así decirlo, de obligarnos a aceptarnos y amarnos en cada segundo. Pero, ¿realmente es esto posible? 

La respuesta es simple: no. En efecto, esta felicidad y aceptación tóxica trajo consigo un problema igual de relevante: ¿y si hoy no me quiero o no me puedo amar?

En respuesta a esto y como tercer participante en esta batalla, apareció el body neutrality. Aunque toma mucho del body positive, este va más allá. Toma, en efecto, consciencia de que ningún cuerpo es perfecto y no nos obliga a amarlo y aceptarlo de manera contundente. Puedes o no estar feliz por tu cuerpx, acepta que hay artes que te gusten más que otras. Hoy puede gustar o hacerte sentir más cómodx que ayer y está bien. 

En esencia: habita tu cuerpo tal y como es, cuídalo, procúralo y ya está. 

La solución de esta batalla cultural es tan simple como decir: de lxs cuerpxs de lxs otrxs no se habla. Cada quien puede sentirse como deba hacerlo en su cuerpo y ya. Aunque parezca fácil, andar por este camino quizá no lo sea tanto y todo debe comenzar con un retrospección clara y directa con unx mismx y continuar, sí o sí, hablando y visibilizando la única frase que importa: ¿Es tu cuerpx? Sí: habítalo. No: cállate. 

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