Educación sexual realista e incluyente ¡URGENTE!

Educación sexual realista e incluyente ¡URGENTE!

Es un hecho que las nuevas generaciones son más abiertas y sin censura en relación a muchos temas. Sin embargo, la sexualidad sigue siendo un tema tabú en nuestro país, aspecto del que se habla poco y lo que se habla es tergiversado, poco incluyente y lleno de prejuicios.

Desde que somos pequeños se nos enseña en la escuela lo básico: cómo funciona el aparato reproductor femenino y masculino, métodos anticonceptivos (no todos), enfermedades de transmisión sexual (que llevan consigo un estigma) y esa idea de que la sexualidad debe causarnos vergüenza. Es obvio que esta fórmula ha sido poco efectiva pues México ocupa el segundo lugar en embarazos adolescentes no deseados en Latinoamerica y además se estima que un 30% de las personas que se encuentran entre los 18 y 30 años han padecido o tienen una enfermedad de transmisión sexual, de acuerdo con datos del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).

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La educación sexual debe ir más allá de saber cómo ponerse un condón. Conlleva responsabilidad y autoconocimiento al que todos deberíamos comprometernos antes de iniciar una vida sexual y que debería empezar con la educación en casa y en las escuelas.

Pero no es tan fácil, poder tener acceso a esta información y a anticonceptivos es un privilegio, pues no olvidemos que hay zonas con desigualdad económica y social en las que obtener métodos de planificación familiar y anticonceptivos es algo complicado. Sin embargo, podemos hacer nuestra parte desde nuestro entorno y empezar rompiendo los paradigmas y creando diálogos que refuercen y normalicen la importancia de tener una salud sexual digna.

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Pero ¿cómo lograrlo? no es fácil, sobre todo en un país donde la desinformación surge desde los prejuicios y la indiferencia hacia temas tan esenciales, y que además la mayor representación del sexo se encuentra en la industria pornográfica  que sólo construye una percepción violenta y poco realista sobre lo que es el sexo realmente.

Podemos empezar abriendo nuestra mente y solidificar conversaciones sanas con las personas en nuestro entorno (familia, amigos y amigas e hijos/hijas), informarnos e informarles y pensar que tal vez mañana podamos salvar una vida si compartimos una mejor conversación.  Mostrar apoyo y mantener un ambiente donde ambas partes se sientan libres de ser juzgados, pues al final del día todos y todas experimentamos la sexualidad a nuestra manera.

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Es importante reconocer que los anticonceptivos no siempre son completamente efectivos pero que usarlos es sumamente necesario. Por ejemplo, está comprobado que el condón no te protege al 100% de ciertas enfermedades de transmisión sexual que puedes contraer mediante las zonas que no se cubren por completo, por ejemplo: el Virus del Papiloma Humano, Clamidia, Herpes y Tricomoniasis.

También, debemos crear una prevención sin caer en el típico prejuicio de que las ETS solo les suceden a las personas “sucias” “promiscuas” o que “no se cuidan”. Las ETS existen, están ahí, son más comunes de lo que se habla y no son algo malo. Puede pasarle a cualquiera y entre más rápido lo entendamos, más rápido podremos dejar de encasillar a quienes las padecen y ser conscientes de que hoy en día, tener un diagnóstico positivo en cualquier tipo de infección de transmisión sexual, incluyendo el VIH, ya no es una sentencia de muerte pues la medicina ha avanzado tanto que se puede asegurar una vida normal y plena.

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Debemos ser responsables con nuestros cuerpos, realizarnos exámenes, llevar una buena planificación familiar en caso de desearlo, ir al ginecólogo frecuentemente en el caso de las mujeres y siempre ser honestos y honestas con nuestras parejas sobre nuestra situación sexual.

Tener una educación sexual fuera de la heteronormatividad es sumamente necesario e importante. Entender que existen diferentes cuerpos, orientaciones e identidades y también es importante reconocerles y tener una educación sexual que se adecue a quienes son y de la cual todos podamos aprender con diversidad.

Además es necesario que hablemos desde el placer y dejemos atrás esa idea de que el cuerpo humano solo debe ocupar su sexualidad para reproducirse. Debemos conocer nuestro cuerpo, conocer lo que nos gusta y no nos gusta mediante la autoexploración y admitir que el placer es algo que gozamos y es completamente normal. Encontrar siempre la honestidad para lo que queremos y lo que no, tener el control y las decisiones de nuestro cuerpo es fundamental.

Explórate, ámate y cuídate. No hay mejor forma de vivir nuestra sexualidad que desde la información y la responsabilidad.

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